El combatiente Siamés es uno de los clásicos por excelencia de la acuariofilia. Gran culpa de ello lo tienen sus desarrolladas aletas. Como podéis imaginar dichas aletas no se encuentran tan desarrolladas en libertad.
Se trata de un pez de escaso tamaño que presenta una coloración algo apagada en estado salvaje. Siendo el marrón rojizo jaspeado con iridiscencias de diferentes colores el predominante.
En los comercios podemos encontrar múltiples variaciones tanto en forma de aletas como en coloración, los animales silvestres no son corrientes.
Presenta un cuerpo muy flexible y posee el órgano respiratorio característico de los Anabántidos, el Laberinto.
Este órgano es utilizado para tomar aire directamente de la superficie. Ello es debido a que viven en aguas con una presencia de oxígeno muy escasa.
El combatiente no recibe este sobrenombre porque sí. Son peces extremadamente territoriales tanto con los machos como con las hembras de su misma especie. En los países de origen se utiliza a la especie como gallos de pelea, apostando cantidades de dinero por la victoria de alguno de los contrincantes.
Tamaño
Hasta 5 cm en estado salvaje. Especimenes comerciales con aletas desarrolladas hasta los 7 cm.
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Hábitat
Especie de procedencia Asiática. Pudiéndose encontrar en arroyos de Tailandia, Malasia, Vietnam y Laos.
Longitud de acuario
Su mantenimiento no requiere de grandes espacios. Pueden ser mantenidos incluso en recipientes de uno o dos litros. Excepto para la cría, es más recomendable a partir de los 40 litros (25 cm).
Condiciones del agua
Ph entre 6,5 y 7,5; especie no exigente con la dureza del agua. Puede vivir perfecta-mente en aguas duras hasta 25º dGh.
Temperatura
Entre los 24 y 30 grados C
Mantenimiento
A pesar de poder mantenerlos en pequeños recintos carentes de filtración, lo que supondrá un constante cambio de agua. Es preferible mantenerlos en acuarios con equipos de filtración. Esta filtración no ha de ser excesivamente potente y no deberá haber movimiento superficial.
El volumen de agua no será superior a los 25 cm del altura, debiendo dejar suficiente espacio entre la superficie y la tapa para que circule el aire. Habrá que poner atención a que el aire que circula no sea excesivamente frío, lo que acabaría con el animal.
Preferiblemente se mantendrá un solo macho, debido a su temperamento, junto a varias hembras, en un tanque muy plantado y con abundantes plantas flotantes que se ramifiquen. Así servirán de refugio a las hembras ante las embestidas del macho.
Los C. Siameses necesitan de agua limpia a temperatura estable. Un buen truco puede ser mantener junto a nuestra colonia de Bettas una colonia de caracoles manzana. Estos nos librarán de parte de los desperdicios generados y nos indicarán cuando salgan del agua que tenemos alto el nivel de nitritos.
Alimentación
Son omnívoros y su alimentación no presenta ninguna dificultad. El alimento en hojuelas debe ser complementado varias veces por semana con alimento vivo, congelado o liofilizado. Pudiéndoles dar artemía, daphnias, tubifex o papillas caseras a base de corazón de vaca. No conviene abusar de las proteinas porque tendría problemas a la larga de grasas. Por ello podemos complementar la dieta con alguna papilla vegetal.
Diferencias entres sexos
Los especimenes que podemos mantener en nuestros acuarios presentan un claro dimorfismo sexual. Presentando los machos una coloración mucho más intensa y la totalidad de las aletas mucho más desarrolladas.
Asociación
El Betta es completamente pacífico con el resto de compañeros en el acuario comunitario. A excepción de aquellos que por su forma puedan recordarle a un macho de la especie. Es el caso por ejemplo de vivíparos con cola de velo. Por lo general se mostrarán indiferentes e incluso tímidos. Los especimenes demasiado retraídos pueden ser mordisqueados incluso por peces totalmente pacíficos. Es por ello, por lo que si queremos criarlos es mejor mantenerlos sólo junto a peces de fondo. Por último decir que de mantenerlo en un acuario comunitario no se habrá de asociar con barbos, ya que encuentran sumamente irresistibles las aletas de los combatientes.
Reproducción
La cría es relativamente sencilla, pero se deberá de realizar ciertos preparativos. Es recomendable instalar a la pareja reproductora en un tanque de pequeño tamaño (10 litros y no más de 15 cm de altura), sin decoración y con un filtro de esponja. La pareja deberá separarse con un cristal o metacrilato al efecto de que se puedan ver pero no tocar. Esto, junto a una buena alimentación nos va a permitir que llegado el momento la hembra presentará un abultamiento en la parte genital y podremos retirar la barrera.
Tras la construcción por el macho de un nido de burbujas en la superficie, este se encarga de trasladar los huevos hasta el nido y del cuidado de los mismos volviendo a colocar los caídos y reconstruyendo el nido. La hembra deberemos sacarla del tanque tras la puesta. Una vez superada la semana conviene retirar al macho. De lo contrario devorará a la prole. Podemos alimentar a las larvas con hojuelas pulverizadas, yema de huevo cocido y zooplancton.
Grado de dificultad: principiante, avanzado, experimentado
Aficionado avanzado
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